sábado, 31 de diciembre de 2011

MÓVIL LEARNING

Esta metodología educativa permite tanto al profesor como al alumno mantener un contacto constante en cualquier momento del día, fomentando con ello una educación individualizada y adaptándose a las necesidades del alumno en cada momento (todas las personas no se motivan en las mismas horas del día)…, y así con un largo etcétera de ventajas.

Introducción.
Vivimos en una época en la que las nuevas tecnologías viven su mayor auge, tanto es así que se ha extendido a todos los rincones de nuestra sociedad, desde el propio trabajo, pasando por nuestras casas, en definitiva, llegando a casi todos los rincones de nuestro planeta.
Uno de esos lugares es nuestro sistema educativo, el cual en los últimos años ha invertido en dotar a los centros de recursos TIC, de formar a profesorado en relación a las TIC…, para que el propio docente lo pueda usar para su tarea diaria y para la propia formación del alumnado.
Todos estos recursos requieren de una metodología de trabajo adecuada para sacarle el mayor rendimiento, por ello, en los últimos años muchos profesionales de la educación han realizado estudios sobre diversos tipos de uso de las TIC, pudiendo destacar tanto el b-learning como el e-learning.

Ambos procesos conllevan una formación del alumnado a través de las nuevas tecnologías, ya sea de manera presencial en el aula (b-learning) como desde casa (e-learning). Esta metodología educativa permite tanto al profesor como al alumno mantener un contacto constante en cualquier momento del día, fomentando con ello una educación individualizada y adaptándose a las necesidades del alumno en cada momento (todas las personas no se motivan en las mismas horas del día)…, y así con un largo etcétera de ventajas.
Muchas veces, nos encontramos de viaje, esperando en la parada del autobús, o en una cafetería al aire libre tomando un café…, cualquier momento y lugar es óptimo para obtener información o para aprender. Si en ese momento estamos utilizando un dispositivo tecnológico que nos permite obtener información mientras nos desplazamos, entonces estamos haciendo referencia al móvil – learning.
Cuando hablamos de movil – learning, hacemos referencia al e-learning (inclusive también al b-learning), con la reseña de que con el primero podemos acceder a la información que requerimos desde un dispositivo que permite su desplazamiento a cualquier lugar y en cualquier momento, mientras que con el segundo requerimos de un espacio determinado, con un dispositivo que no permite su desplazamiento (ordenador de mesa, televisión,…)
Según A. Pisanty, L. Enriquez, L. Chaos – Cador, M. García, el término movil learning aparece “a finales de la década de los ’90. En esta época el uso de las agendas electrónicas en educación se visualizaba ya como una realidad”.El uso de agendas se estaba implantando en Estados Unidos, que fueron los pioneros en aplicar dicho término.
Estos mismos autores, establecen que en “Europa en el año 2001 estaba arrancando el proyecto M learning (http://www.m-learning.org/archive/index.shtml) el cual inició con la intención de apoyar a jóvenes que habían abandonado los estudios para mejorar habilidades matemáticas y de lectura, que les fueran útiles en su vida en general e impulsar así el desarrollo de materiales abiertos para la educación para toda la vida. Hoy en día este programa sigue vigente y se ha extendido a otros grupos interesados en recibir educación no formal, tales como adultos mayores, adolescentes embarazadas, y adultos desempleados”.
Por lo que podemos determinar que el término movil learning es relativamente joven, apareciendo por primer vez en Estados Unidos a finales de los 90 e instaurándose en Europa a inicios del siglo XXI.
No llevamos más de 20 años con el término en vigencia de uso y su evolución ha sido espectacular. Fijándonos en las estadísticas analizadas por Jaume Vila, “la telefonía móvil es la tecnología más usada por los españoles. Más del 80% de los jóvenes, a partir de los 15 años, posee un teléfono móvil. Con el paso del tiempo, no sólo aumenta este porcentaje, sino que disminuye la edad en la que lo poseen por primera vez. En concreto, según el Instituto Nacional de Estadística, 1,1 millones de niños, de entre 10 y 14 años, tenían en España un móvil en el primer trimestre de 2005. Por otro lado, un estudio del Instituto dela Juventud revela que los jóvenes usan más el teléfono que los mayores: el 92,4%, entre 18 y 24 años, tiene móvil, frente el 70,9% de las personas entre 45 y 54 años, y el 32% de los mayo- res de 65”. Según los últimos datos observados, el porcentaje ha subido a más del 95% de la población anteriormente marcada.
Lo que para muchos profesores el uso de dispositivos móviles en clases puede conllevar ser un problema (por el uso del alumnado en las propias clases), para otros puede ser unas herramientas muy motivante para el proceso de enseñanza – aprendizaje del alumnado.
No podemos obviar la época en la que vivimos y por ello, debemos de adaptarnos a los cambios de la sociedad. Si casi todo el alumnado posee de un dispositivo móvil (teléfono, mp3,…), aprovechemos dichos recursos y organicemos muchas de las clases en función a esos medios, para obtener mejores rendimientos y motivaciones del discente.

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